viernes, 25 de octubre de 2013

El bosque de la Herrería y la silla de Felipe II 27 Octubre

FICHA TÉCNICA DE LA RUTA : EL BOSQUE DE LA HERRERÍA Y LA SILLA DE FELIPE II. SALIDA: San Lorenzo del Escorial, en el aparcamiento que hay en la Herrería. ALTITUD: 1000 M. HORA DE SALIDA: 10 de la mañana( saldremos de Los Molinos (colegio DIVINO MAESTRO) en coche, a las 9h 30 minutos, y llevaremos 2 vehículos, si fuéramos más de 10 personas necesitaríamos la ayuda de alguno de los participantes para completar la salida, llevando el suyo. TIEMPO ESTIMADO DURACIÓN: 4 a 5 horas. En realidad la ruta andando sería un tiempo de unas 4 horas escasas, pero la marcha en grupo y las paradas , dependerán del grupo y del interés que tengan en las interpretaciones y en el conocimiento de la zona. LONGITUD DEL RECORRIDO: 9 a 10 kms. NIVEL DE DIFICULTAD: Bajo- muy bajo. ALTITUD MÁXIMA : no llegaremos a los 1200 m. DESNIVEL: 150 mts, en caminos fáciles y tendidos. No hay cuestas difíciles.
RECOMENDACIONES: Las mismas de siempre, llevar gorra para protegernos del sol, si el día lo requiere, crema solar, agua y bocadillo para almorzar y para comer. En este caso, la ruta transcurre en la mayoría de su desarrollo a la sombra, bajo los bosques de la Herrería . Pero más vale prevenir que curar. En el tramo no hay fuentes, salvo la Fuente de la Reina, que puede estar seca dada la época del año, en la que aunque llovió, aún no corren los arroyos y manantiales. Llevar calzado adecuado para la época, bota de montaña no muy fuerte, y chubasquero por si nos cayera un chaparrón. En cuanto a las recomendaciones ambientales y sobre la naturaleza, no debemos olvidar nunca que estamos en un lugar especialmente natural, en el que debemos cuidar al máximo la vegetación y las plantas que lo forman, no arrancar nunca ninguna planta, por abundante que nos parezca, y respetar en todo momento todo lo relativo a la misma, como los animales que viven en la zona, no molestándolos nunca, y dejándolos tranquilos.
También debemos caminar siendo lo más respetuosos posible con el entorno, no hablando muy alto, ni creando ruidos estridentes que molesten a los animales ni a las personas que puedan estar disfrutando del mismo placer de caminar por la naturaleza que nosotros. También se recomienda no salirse de los caminos, por los que vamos a caminar, y respetar en todo momento los consejos que nos de el guía de la ruta sobre el recorrido, las paradas y también sobre el grupo, nuestra intención es ir todos juntos a lo largo del trayecto, no separarse del grupo, y no salirse del recorrido sin avisar al guía. PRECIOS DE LA RUTA. Los precios de esta ruta, serán para las personas adultas de 10 € por persona, incluído en el mismo, el transporte, el seguro de accidentes, y el de responsabilidad civil de la ruta. Los niños entre 11 y 14 años pagarán la mitad, y los menores no pagarán si van con sus padres o responsables de los mismos. La ruta es fácil y no es larga, pero los niños muy pequeños pueden cansarse, y no se recomienda la ruta para niños menores de 7 años, salvo que sus padres se hagan reponsables de ellos si se cansan. También entra en el precio, el guía ambiental que llevará al grupo durante todo el trayecto, y nos irá explicando lo más característico de la ruta tanto ambientalmente como históricamente, es decir la ruta será interpretada en todo el recorrido.
Esta ruta está organizada por elpradodeluis especialmente para familias y personas individuales, y para todo tipo de edades, es muy sencilla y muy interesante, y además iremos tranquilamente, sin correr, parándonos en los lugares que nos parezcan pintorescos, y tirando fotos. Cualquier persona puede hacerla, y además de estos criterios, está especialmente diseñada para disfrutar de la época en la que estamos, para disfrutar del otoño en todo su esplendor, de los colores y contrastes, de las verdes praderas y de los azafranes serranos… de la naturaleza otoñal en San Lorenzo del Escorial. Para cualquier duda sobre la ruta, o sobre como puedes apuntarte, llamar al teléfono :605278668, y preguntar por Luis. DESCRIPCIÓN DE LA RUTA. Esta ruta es la primera de las 4 que hemos propuesto para disfrutar del otoño en la Sierra de Guadarrama, y es una preciosa ruta que se desarrolla en el entorno del Bosque de la Herrería y la Silla de Felipe II, en el término municipal de San Lorenzo del Escorial y su entorno, ofreciéndonos unas estupendas vistas panorámicas del Monasterio del Escorial, de Abantos y de la Sierra de Guadarrama central, desde las Machotas hasta La Maliciosa.
Dicho esto, voy a empezar a describiros sin extenderme demasiado, cosa que nunca consigo, lo que vamos a ver en la ruta, lo más interesante, y más o menos por donde transcurre el camino que vamos a seguir. Empezaremos la ruta en la Herrería,, al lado del Monasterio, en un lugar mágico, lleno de praderas verdes y de historia, mucha historia. Sería un grave error por mi cuenta no comentar nada sobre el Monasterio. En este lugar, que ahora es un lugar público y de paseo para todo el mundo, lo que vamos a ver y a disfrutar, es de la naturaleza, sin olvidar la importante carga histórica que tiene el lugar, y que además sería prácticamente imposible explicar su estado actual sin la actuación del hombre en este entorno, desde hace siglos. En el comienzo de la ruta, hablaremos del monasterio, sin meternos en el monumento, en la importancia histórica que tiene ni en lo hecho por el hombre , solo un poco de historia para situarnos y entender la evolución de la naturaleza en esta zona, desde que Felipe II decidió construirle allí en 1563. Caminaremos en esta zona , que era la zona donde estaban los servicios necesarios para el monasterio y la corte, donde estaba la Herrería… donde se plantaban los huertos, y donde se cuidaba el ganado para el uso del mismo como alimento para la corte.
En este sentido, es un lujo caminar por un lugar así, con tanta historia, y con tantas historias acontecidas entre sus muros, entonces dentro de las fincas propiedad del Monasterio y del rey claro. Y como tal, este lugar, tiene otras joyas naturales que son las que a nosotros nos interesan, y las que vamos a ver y a disfrutar en este día. Pero para entenderlo, tenemos que ponernos en situación, hace 450 años, cuando este lugar era un lugar lleno de bosques, en el que no había ni una casa, en una zona poco más que deshabitada , en la que el bosque de robles dominaba el paisaje, desde las Machotas hasta Abantos. También había en las zonas más húmedas fresnos y no había ni un hueco entre ellos, no había praderas despejadas y los animales campaban a sus anchas por toda la zona, desde los jabalíes, hasta los osos, pasando por zorros, lobos,, conejos, corzos, ciervos… estos en lo referente a los de interés cinegético, pero además alimoches, buitres, águilas y otros muchos pájaros abundantes por el robledal y la fresneda.
Todos ellos eran muy abundantes, y esta fue una de las causas principales para la elección de este lugar para la ubicación del monasterio. Es importante destacar esto, porque después de construir el monasterio, y del uso del monte para su construcción, y para leña para calentarse existen manuscritos y lienzos que demuestran que todo el monte Abantos se quedó pelado, sin un Roble, que era el árbol dominante en este lugar hasta la misma cima de la montaña. Se taló todo, dejando la montaña desprotegida, y en cambio, en las zonas que pertenecían a la corona, en los terrenos del monasterio, se conservó en perfecto estado, hasta hoy el Bosque de la Herrería, donde los reyes cazaban a su antojo, y donde nadie podía entrar allí a cortar la leña claro.
Y en esta zona donde estamos, se clareó el bosque de robles y fresnos, para el uso del pasto, y el cuidado del ganado. Se adehesó esta zona, dejando algunos robles y fresnos para sombra y para su uso en el desmoche de los mismos, para alimento del ganado en los momentos necesarios, y se quedaron las praderas que ahora podemos ver, espléndidas y verdes, que han llegado hasta nuestros días. Resulta difícil hacerse a la idea de ver el monte Abantos sin un árbol, y toda esta zona llena de gente, de ganaderos, herreros, huertos, y todos los oficios, y carretas, caballos, de todo tipo…escoltas , soldados, en fin… echarle imaginación es fácil… pero ahora lo que tenemos, es toda esta zona adehesada, llena de praderas y caminos para uso público, y algunos ejemplos que nos muestran la historia de este lugar, solo con fijarnos un poco.
Bajando por este camino hacia la Ermita de la Virgen de Gracia, vamos a pararnos un momento para ver los otros monumentos que tenemos en estas praderas, algunos de ellos, testigos mudos de todos estos hechos, y que llegaron vivos a nuestra época. En esta dehesa, hay ejemplares impresionantes de fresnos, con un perímetro considerable, que aún perduran, en el tiempo. Son los ejemplares más longevos de fresnos de toda nuestra sierra, y que son verdaderos monumentos naturales que han soportado el paso del tiempo, y todos los desmoches que el hombre les ha ido practicando a lo largo de los siglos. Veremos unos cuantos de estos ejemplares, y los tocaremos, que impresionan, y en algunos de ellos podremos hasta meternos dentro de su tronco. Y también disfrutaremos de las maravillosas vistas que tenemos del Monasterio desde aquí, entre los fresnos y los robles enormes, y al fondo Abantos , como lo conocemos ahora, lleno de pinos repoblados a finales del siglo XVIII. Ahora me fijo y veo que de breve… nada, como siempre, pero es muy importante este punto para conocer todo lo que vamos a ver, y todo lo que ahora tenemos en esta zona. En apenas una hora escasa habremos atravesado esta primera zona, preciosa zona llena de Robles y Fresnos, más recientes, y de toda la vegetación que de forma espontánea, vuelve a recuperar sus especies autóctonas, una vez no se utiliza para el pastoreo intensivo.
En el camino veremos, Majuelos, Endrinos, Zarzamoras, Robles, Fresnos, Baradagueras, retamas y otras especies introducidas por el hombre, como frutales, plátanos de sombra…etc… un lugar que aún hoy, sigue siendo precioso, lleno de árboles y plantas, verde, y tranquilo. Lo de los animales es otro tema, aunque también hay muchas aves y pájaros por la zona, y algún zorro y corzo… son difíciles de ver, pero es un lugar muy natural y muy bonito, y en cierta manera. Aunque nos lo parezca a nosotros, así, también es un lugar modelado y alterado a lo largo de los siglos por el hombre.. esto es así. Seguimos camino desde la Ermita por un camino que sale a la derecha asfaltado por un pequeño tramo, hacia la finca El Castañar, que era otra de esas fincas que pertenecían al monasterio en un principio.
Cogeremos un sendero que sale a la derecha, que transcurre por el robledal autóctono y salvaje, magnífico bosque que se conserva como un verdadero bosque de robles, lleno de vegetación arbustiva por el suelo, muy tupido, y muy interesante. Veremos a través de todo el camino como es el robledal desde dentro, que plantas tiene, y que características principales. En este bosque también podemos ver Arces y un poco más adelante, Castaños y avellanos. El camino rodea toda la finca, y fuera de las lindes de la finca, hay ejemplares importantes de castaños, evidentemente introducidos por el hombre, porque en este lugar no había castaños, junto con otras especies que el paso del tiempo, y los agentes externos, han propagado por las cercanías de la misma.
Ahora están ahí, asilvestrados, formando parte de su masa arbórea, que es más variada que en otros lugares, y por lo tanto tiene mucho colorido otoñal. En este tramo te sientes verdaderamente dentro de un bosque, que hoy en la Sierra de Guadarrama, es difícil de sentirlo, salvo en los pinares de la montaña. Este bosque es uno de los mejor conservados de la Sierra de Guadarrama, y junto con el de Lozoya y La Golondrina, y algunas matas sueltas por ahí… son los restos que nos quedan del antiguo bosque de robles, que dominaba todo nuestro entorno, hasta los 1700 metros de altitud. Y lo estaremos viendo, en pleno centro, el lugar es muy interesante. La Ladera de la montaña, se ve muy fresca, y húmeda y por su orientación soleada, podemos contemplar un tupido bosque de robles, con otras muchas especies que solo se dan en las zonas húmedas, salpicados entre ellos, y un poco más arriba, también entre los pinos , los enebros y también alguna encina, que también en las zonas más secas y soleadas, dominaba entonces el panorama.
En este punto, vamos a caminar por un camino con muy buen firme, ya no es sendero, del que parte una ruta auto guiada, en el que explican con carteles informativos, la vegetación de esta zona, la arbórea y la arbustiva, de la que quedan aún bastantes carteles y bastantes infraestructuras, de lo que inicialmente era una ruta auto guiada y con varias infraestructuras accesibles para sillas de ruedas, y con una parte de cartel en escritura para las personas ciegas. Es decir, es un camino adaptado para todo tipo de personas, incluídas los discapacitados, y muy bien descrita en los paneles informativos. Este tramo es muy corto, apenas de un kilómetro y medio, pero que cada uno podría entretenerse mucho a leer lo que pone en los carteles, es ,muy llano y suave el camino, y también muy interesante. Iremos tranquilos y podremos entretenernos un poco en ver todo esto, pero sin pasarnos, porque esta senda, necesita una salida especialmente dedicada a ello, sino , no terminaríamos la ruta… de hoy. Poco a poco, según nos vamos alejando de la ladera húmeda del bosque de robles , la vegetación se hace más dispersa, y menos rica, volvemos a la realidad, al clima mediterráneo, más seco, y más propio de la solana a la que está orientada.
Empezamos a ver encinas, enebros, plantas aromáticas, algún arce y robles dispersos. Estamos llegando a la Silla de Felipe II. En pocos minutos estaremos allí, es el objetivo final de la ruta, y desde allí podremos contemplar en una atalaya espectacular todo esto que hemos visto, desde arriba, toda la masa del robledal y las vistas de las Machotas, Abantos, las dehesas y praderas y el Monasterio en una vista impresionante de la rampa serrana desde San Lorenzo hasta Cercedilla, y toda la cuerda de la sierra hasta La bola del Mundo y La Maliciosa. Casi nada. Estaremos un rato por allí, intentando verlo, todo, porque imagino que al llegar hasta allí la carretera , estará llena de turistas y domingueros, y el consiguiente bullicio que provoca cuando hay gente en masa en un lugar así. Después bajaremos por el otro lado al lugar de partida. Bajaremos por el GR-10 hasta la zona adehesada, donde veremos las preciosas praderas verdes, salpicadas con mesas de madera para comer, en sitios idílicos, llenos de Azafranes serranos, probablemente, y de gente también… y en alguna de ellas nos pararemos a comer, y a charlar un rato antes de volver a casa. Si tenemos un buen día, cosa que así parece por las predicciones, volveremos a casa llenos de imágenes en nuestra retina, y de historias y curiosidades en nuestra mochila, y espero que sea para todos un día inolvidable.

martes, 22 de octubre de 2013

Rutas de otoño del pradodeluis



Las fechas y los sitios a los que vamos a ir en otoño, son estos…
27 Octubre. El bosque de la Herrería y la silla de Felipe II. Los colores del otoño en el robledal y la fresneda.
2 Noviembre. La peña del sol. Bosquete de robles  bien conservado. Otoño en el robledal.
17 Noviembre.  Camino Puricelli y los campamentos. Los pisos de vegetación en la sierra de Guadarrama… el robledal, el pinar, las dehesas, cerca del pueblo…influencia del hombre.
1 Diciembre. Los colores del otoño en la pedriza. o la magia del otoño en la pedriza para no repetirnos con los colores…
Cuatro rutas de otoño, en los bosques más bonitos de hoja caduca de la sierra de Guadarrama. son todas muy cortitas y muy intensas…mucho que ver y a comer a casa… o si lo hacemos en el campo vendríamos pronto…
Cuatro rutas accesibles a todo el mundo.  De nivel bajo, y con orientación a conocer el otoño en nuestra sierra. Desde cerca, tocando las hojas y pisándolas… no desde lejos… desde dentro… Para todos los públicos, niños y mayores, familias con niños, todo se puede hacer… para que nadie se quede con las ganas… de conocer nuestra sierra en otoño.

El roble melojo




...el roble melojo, es la especie que encontramos en la Sierra de Guadarrama, entre los 900 y los 1300 m. de altitud. Se presenta de dos formas muy evidentes, formando bosques de robles más o menos compactas, en los que encontramos el robledal con ejemplares muy juntos y no demasiado desarrollados, formando un sotobosque muy espeso, lleno de los propios robles que se reproducen de la zepa de los más grandes..junto con algunas especies representativas del robledal asociadas al mismo.
En otros lugares más explotados, forman dehesas preciosas generalmente mezclados con fresnos. En estos parajes, los ejemplares que se han dejado, en medio de los prados y dehesas, son muy grandes y con más de 100 años algunos de ellos. En ambos casos, su ecosistema es muy rico en animales de todo tipo, ya que sus hojas aunque tarde, caídas en el suelo del robledal, forman un rico suelo con humus y sustratos muy ricos, en los que crecen multitud de flores en primavera, sucediéndose las floraciones, durante toda ella y la primera parte del verano. Ahora mismo, se encuentran todavía con muchas hojas verdes, aunque hay algunas que empiezan a cambiar de color, como el caso de la foto, en el que podemos ver además de sus hojas lobuladas y muy características, su fruto, las bellotas que como casi todos los Quercus, maduran en Otoño, y cuando caen, forman la conocida montanera, en la que todos los animales del bosque se atiborran de bellotas y se preparan para el frío invierno serrano. El nombre científico de la especie es Quercus Pyrenaica, y tiene una relación muy directa con nuestro clima, sobre todo debido a la temperatura y la pluviometría de nuestro entorno. El que el piso de vegetación del robledal aparezca entorno a los 900 mts. de altitud, en la rampa serrana, obedece como todo en la naturaleza a algo más que casualidad, es la altitud en la que suelen caer aproximadamente los 900 litros por M2 anuales que necesita para sobrevivir, y la temperatura media que necesita, más fría que en el llano... así que ya veis que la naturaleza es sabia y que nunca o casi nunca se equivoca... en todo caso,es una suerte poder disfrutar de la belleza y del verdor que rodea siempre a los robledales, al menos en el entorno de la Sierra de Guadarrama.

viernes, 4 de octubre de 2013

TRAVESÍA DESDE EL PUERTO DE NAVACERRADA A LOS MOLINOS.

FICHA TÉCNICA DE LA RUTA : TRAVESÍA DESDE EL PUERTO DE NAVACERRADA A LOS MOLINOS.

FECHA: 6  de Octubre. HORA DE SALIDA: 9H 30 MINUTOS , en la puerta del Colegio nuevo Divino Maestro. Saldremos en coche hasta el Pto de Navacerrada. Dependiendo del número de participantes, necesitaremos que alguien lleve un coche, además del nuestro.  HORA APROXIMADA DE LLEGADA: 5 H de la tarde, aproximadamente. Una vez en Los Molinos, subiremos con un coche nuestro al puerto , para recoger los coches que dejamos por la mañana. NIVEL DE DIFICULTAD: medio, por ser una travesía larga, y por la bajada muy técnica de la Senda Herreros. DESNIVEL:  815 m. en bajada continua. LONGITUD:  aproximadamente 20 kms. TIEMPO APROXIMADO DE LA TRAVESÍA: 6 horas.
RECOMENDACIONES:  es absolutamente imprescindible llevar calzado adecuado para la ruta, bota de montaña fuerte y a ser posible impermeable. La ropa necesaria para la época en que estamos, que es muy variable, y depende las previsiones meteorológicas, llevar chubasquero, gorra, crema solar de alta resistencia, agua (aunque hay fuentes en el camino, pueden estar secas  debido a la época del año en que estamos,) y comida, para un almuerzo a media mañana y comer en el campo al llegar la ruta después de comer.
Se recomienda especialmente, respetar siempre y en todo momento la naturaleza, la ruta transcurre en gran parte de ella por el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, y debido a ello está prohibido arrancar y llevarse cualquier tipo  de planta, piedras o elementos informativos. Estamos en un sitio protegido, por lo tanto la basura que produzcamos en la ruta, la debemos volver a traer en una bolsa para tirarla en un contenedor.  Además de estas recomendaciones, hay que respetar a la fauna del lugar, no molestar a los animales, ni hacer ruidos estridentes que los molesten. También hay que procurar no salirse de los caminos, y seguir en todo momento las instrucciones del guía ambiental que llevará a los participantes por la travesía,  si no se cumplen estas instrucciones  cada uno tendrá su propia responsabilidad en sus comportamientos.
PRECIO DE LA TRAVESÍA: el precio es de 10 € por persona adulta, (mayor de 14 años),  los niños entre 11 y 14 años pagarán la mitad. No se recomienda esta ruta para menores de 11 años, salvo que vayan acompañados por sus padres y se responsabilicen de ellos. En el precio entra el seguro de accidentes, y el de responsabilidad civil de la ruta. También se incluye el guía ambiental que nos llevará y también interpretará en todo momento los aspectos más relevantes de la ruta, tanto físicos o históricos como medioambientales. El transporte, en principio, nosotros llevaremos un coche, y si somos más de 5, alguno de los participantes tendrá que llevar el suyo… elpradodeluis, subirá luego con un coche a recoger los coches que se dejaron allí por la mañana.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA.
     Esta ruta es una travesía, con lo cual, el trayecto es más largo de lo normal en una ruta. Comenzaremos a caminar en el Pto de Navacerrada, buscando el camino que sube al Alto del Telégrafo . Es el camino clásico de subida a Siete Picos desde el Puerto, cuyo comienzo , desde el primer momento ya nos pone enseguida en situación, del lugar en el que estamos, en la montaña.  Tras una fuerte subida de comienzo, y tras algunas breves reseñas históricas del Pto de Navacerrada, seguiremos camino entre pinos silvestres y rocas, por un camino de montaña con estupendas vistas sobre el macizo de Peñalara y la  Bola del Mundo o las Guarramas, como prefieras llamarla, y La Maliciosa.
El camino sigue avanzando hacia el cerro del Telégrafo, ya por encima de los 1900 m. de altitud, en este tramo de subida también veremos en algunos puntos del mismo, el Valle de Valsaín, y en el mismo cerro, ya podemos ver el bosque espléndido que se ve en la ladera que se ve justo enfrente , que es por la que se asciende a Siete Picos…este corto trecho de subida es lo único que vamos a subir hoy, hoy la dificultad no va a ser la subida… será la bajada y en particular la primera que vamos a hacer desde este punto hasta Navarrulaque.
En el mismo collado que vemos una gran piedra con marcas de caminos en ella, dejamos a un lado la subida a Siete Picos, y buscamos, y digo buscamos literalmente porque para coger la Senda Herreros, hay que echarle narices… en este lugar, no está indicado, y si no has ido nunca hay que tener paciencia y fijarse muy bien para cogerla, bajando un poco hacia la izquierda tras pasar la piedra… y enseguida se ven los trazos de PR, con marcas amarillas y blancas, pero muy poco visibles, y casi casi escondidas. Es en este punto donde empieza la aventura de hoy, una maravillosa senda serpenteante y vertiginosa, que transcurre por la vertiente sur de Siete Picos, y que se asoma en todo momento al precipicio, con unas magníficas vistas del Valle del Guadarrama, y del pinar de Siete Picos, y del cóncavo del mismo.
Tanto hacia arriba como hacia abajo, las vistas son maravillosas y sobrecogen al montañero,  por la sensación de pequeñez en un lugar tan espectacular, tan bonito y tan salvaje y vertical. El camino es difícil de seguir, las marcas se pierden fácilmente, pero merece la pena perderse en un lugar como este, en un lugar tan agreste, siempre en el límite del bosque,  donde podremos ver desde cerca, la magnitud de las paredes graníticas de esta montaña tan clásica del Guadarrama. Además, observaremos, por estos lares,  la dificultad de los pinos para sobrevivir,  en un lugar tan difícil, donde las inclemencias del tiempo invernal, se pueden observar a lo largo del camino, sin ver la nieve, a través de la cantidad de pinos secos o desfigurados, que veremos en el recorrido, achaparrados y con las ramas orientadas al sur, y muy poco vistosos, se agarran a la ladera de la montaña como pueden, en el escaso suelo que encuentran y  en el relieve casi vertical y rocoso, del cóncavo de Siete Picos.
La vistas en todo momento son espectaculares, tanto, que no sabes si mirar hacia arriba o hacia abajo, pero entre toda esta emoción, esta senda tan hermosa, una de las más bonitas de la Sierra de Guadarrama, y por ende, del Parque Nacional,  tiene una pega: es una bajada muy técnica, que tiene momentos de cierto peligro,  pero sobre todo de mucha concentración, porque es muy rápida, y vertiginosa, y hay que estar muy atento y no descuidarse, porque en cualquier momento  los tobillos pueden sufrir un contratiempo… es el precio a pagar. Cuando te quieres dar cuenta  estás allí, en medio de Los Siete Picos,  justo en el paraje de la Fuente de los Acebos. Es un lugar paradisiaco, siempre verde y frondoso, y muy perdido en medio del bosque. Aquí nace el rio Pradillo, que es uno de los mayores aportes al río Guadarrama.
De todos los manantiales que surgen en las paredes de Siete Picos, y de todo el agua filtrada, y que al final se une en este punto, limpia y pura. Allí hay una fuente que no se seca nunca, y que además nuestro amigo Ezequiel, la ha remozado hace no demasiado tiempo, colocándola un tubito muy  acorde al entorno, para poder  beber sus aguas. A partir de ese momento, la senda se va haciendo más fácil de transitar, pero igual de hermosa,  llena de una vegetación muy frondosa, y peculiar, igual que nos llevó al centro de Siete Picos, poco a poco, nos aleja de estas fuertes sensaciones vividas, y que nunca olvidaremos. Antes de llegar a Navarrulaque,  en el camino, hay varias piedras con inscripciones de poetas amantes de la Sierra de Guadarrama, y particularmente de este lugar, y algunas de las vistas más bonitas de Siete Picos, y para mi de toda la Sierra, justo debajo de los mismos. El lugar es muy húmedo, y lleno de regatos, por todos los lados, y por eso hay tanta vegetación, es un lugar muy difícil en invierno, donde suele haber mucha nieve, y muchas veces, virgen, no suele ser un lugar muy transitado, y por lo tanto, difícil hacer esta ruta en invierno, mucho hielo, y dificultades. Por eso la hacemos ahora, en otoño, antes de que se vuelva intransitable.
Antes de entrar en la Pradera de Navarrulaque, dejaremos atrás un montón de imágenes irrepetibles, y  un pequeño hito, en forma de homenaje al creador de esta fantástica ruta, que resulta difícil de imaginar, y de abrir, en primer momento, por un lugar tan complicado.  Este hombre,  el señor Herreros, fue miembro fundador de la sociedad de los 12 amigos, de alpinismo del Guadarrama,  a principios del siglo XX,  que fue poco después llamada Sociedad Peñalara, de Alpinismo  pionera en el amor a nuestra Sierra de Guadarrama, y que ayudó mucho a fomentar el ambiente montañero, y de respeto y amor por la naturaleza a través de sus socios fundadores y  de otros muchos que han logrado que sobreviviera hasta nuestros días…

     A partir de aquí, la travesía se hace mucho más llevadera. Pero eso no quiere decir que no vayamos a disfrutar de hermosos paisajes y lugares maravillosos y emblemáticos del Guadarrama, y de Cercedilla. En la Pradera de Navarrulaque pararemos un rato a descansar y tomar algo, en la fuente que hay en ella. Y disfrutaremos de unas hermosas vistas de Siete Picos, ya un poco más lejos… en los miradores de la carretera de la república, el de Luis Rosales, y el de Vicente Alexandre, veremos el Reloj de Cela, hablaremos de muchas cosas,, importantes en esta ruta, del estupendo pinar de Siete Picos y del de El Valle de la Fuenfría,  de estos homenajes a poetas importantes de nuestra lengua y de nuestro pasado reciente, que amaban nuestra sierra, como ahora lo hacemos nosotros. Pero ellos son amantes ilustres, que además dejaron huella en nuestra cultura como poetas o escritores., como Antonio Machado, Luis Rosales  y otros nombres ilustres. En estos miradores, además de los poemas escritos y tallados en las piedras a cincel, veremos unas estupendas vistas de Cercedilla y de todo el Valle del Guadarrama hasta Abantos y las Machotas en El Escorial.
Y también de las montañas más representativas de nuestra zona de la Sierra de Guadarrama. Seguiremos camino por la Carretera de La República, en un tramo mucho más cómodo, con ancha pista bien conservada y con poca pendiente, pero no exenta de interés… desde el origen y su historia hasta las espléndidas vistas sobre el Valle de la Fuenfría, del fondo del valle y de las montañas que le rodean  desde el oeste del Valle hasta el Norte, entre ellas,  se distinguen La Peñota , Peña del Águila, Peña Bercial, Cerro Minguete y Montón de Trigo. Y los Collados de Cerromalejo y Marichiva.
Una estupenda panorámica para disfrutar de las montañas, y también de los bosques, todo el Valle se ve tapizado por una extensa  y  densa masa de Pino Silvestre, que parece sumergido en un profundo sueño, un bosque encantado en este valle cerrado, y muy húmedo donde además podremos ver en la travesía numerosos ejemplares de Acebo, de un tamaño considerable, si todo esto fuera poco, utilizaremos distintos caminos interesantes e importantes dentro de la importante red de caminos y senderos históricos y  montañeros que conserva este valle, sin perder su encanto, es un lugar privilegiado para los senderistas y montañeros  con una riqueza natural y medio ambiental fuera de toda duda. Bajaremos a las dehesas de Cercedilla, y tomaremos el camino de los campamentos, tras pasar el Hospital de la Fuenfría… todo bajo el denso y tupido pinar de la Fuenfría que además es muy maduro y muy bien conservado. Y por último, bajaremos a Los Molinos, por el camino histórico de Los Molinos y Cercedilla llamado de Los Reajos Altos., y que ahora todos conocemos como camino de los Campamentos.
Ya cerca de los pueblos, llegaremos al comienzo del pinar a unos 1300 m. y empezaremos al llegar a Los Molinos, por varios caminos vecinales del pueblo, a ver las masas de robles melojos y dehesas de estos mismos y después de fresnos… y podremos observar como en poco tiempo, se pasa del pinar a las dehesas y robledales, y finalmente al centro urbano. Todo un lujo de ruta, con muchas cosas que ver, muchas que contar y varios lugares espectaculares medioambientalmente, y también paisajísticamente… un buen momento de hacerlo antes de que lleguen las nieves y los fríos… y dominen los blancos paisajes nevados en las cimas del Guadarrama.