viernes, 23 de septiembre de 2016

FORMACIÓN DE BRUMAS Y NIEBLAS EN LAS DEHESAS DE LOS MOLINOS.

                                              




Caminando por el Camino de Las Cuevas en Los Molinos, a finales de primavera, íbamos en busca de los pocos Narcisos de Roca que habían salido ya. Éramos pocos ese día, y recuerdo que había llovido mucho en esos días. Todo estaba muy húmedo, y el día estaba fresquito. Así que caminando sin mucho que contar, de repente una niebla empezó a brotar de entre los prados de las Dehesas de Los Molinos. Era como una bruma que salía del suelo, no eran nubes bajas o nieblas. En un abrir y cerrar de ojos, vimos ante nuestra mirada atónita como se formaban estas brumas o nieblas bajas de la nada. No estaba nublado del todo, no estaba despejado del todo, y de repente... la magia surgió. Un poco de sol que calentaba el suelo, helado y húmedo, y empezó a evaporar poco a poco y se formaron estas preciosas nieblas en los prados y dehesas de Los Molinos que nos dejaron alucinados de bonito que se puso el día de repente. Es lo que tiene salir a la montaña, en la primavera, que ocurren cosas que ni siquiera imaginas, y te vuelves a casa contento con la sensación de haber visto algo único, un paisaje maravilloso de esos que no se ven todos los días. Estación cambiante, fríos los campos, escarcha en sus hierbas, pero nunca esperas que vaya a sorprenderte en este caso el tiempo y los efectos meteorológicos que se dan en la Sierra de Guadarrama, a cada momento.

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